La práctica artística de Toni Ramon es un análisis del universo referencial mediante elementos estéticos con el fin de observar la manera en que nos relacionamos. En la base de cualquiera de sus dibujos, esculturas o instalaciones hay un interés por exponer al ojo público y extraer de su hábitat habitual esos elementos omnipresentes del arte contemporáneo y la cultura visual para analizar qué significan.

El suyo es un vocabulario que cuestiona el poder identificativo de las imágenes, de los valores culturales y de los sentimientos producidos masivamente, al tiempo que analiza qué elementos estéticos generan empatías o antipatías. Un trabajo que busca respuestas desde el arte de la misma forma en que mucha gente trata de hallarlas con la ropa que vista, el corte de pelo que lleva o con los grupos de música que escucha. Aunque no sea algo consciente, la mayoría tiene algún canal de expresión personal no verbal. Formas pop de sentirse en colectividad.

Justo en ese espacio se instala su obra: en la distancia entre lo que las cosas son y lo que significan. Un archivo visual de cómo las formas populares generan sociabilidad y de cómo los hábitos cotidianos dibujan una determinada realidad social, política y económica.